miércoles, 1 de abril de 2015

Manifestacion de Fe - Jueves Santo - 2 de Abril de 2015




 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
El próximo jueves 2 de Abril se realizará la Manifestación de Fe – Visita a los Sagrarios, que es tradicionalmente organizada por este Centro de Exalumnos.

Es una costumbre popular en la que los fieles visitan Iglesias o Templos donde se encuentra el "Sagrario", el Santísimo Sacramento expuesto y resguardado para la comunión del Viernes Santo.

Hacemos llegar esta invitación a participar de la misma, saldremos desde la capilla María Auxiliadora del Colegio “Angel Zerda”, a las 21,00 hs. para luego peregrinar pasando por parroquia Nuestra Señora de la Merced, Iglesia San José, Parroquia Nuestra Señora del Valle, Basílica Menor de San Francisco, culminando en la Catedral Basílica.


Sus orígenes en Salta

Los salesianos de Don Bosco llegaron en el año 1911 a Salta, los componentes del grupo fundador no tardaron en darse con uno u otro exalumno de diversos colegios del país y aún de Europa.

Uno de los sacerdotes del grupo fundador  el padre Ambrosio Bonfanti, fué quien dió inicio a la Manifestación de Fe, visitando los sagrarios de la ciudad el 1° de Abril de 1926.


Por qué se visitan siete iglesias

La tradición de visitar las ‘siete Iglesias’ nació en Roma hacia el año 1559 y se ha ido adoptando en el mundo entero.  Su iniciador fue el "gran santo" San Felipe Neri.

Después de la misa del Jueves Santo en la noche, el Santísimo se reserva en lugares especiales para la comunión del Viernes Santo, día en que se conmemora la Pasión y muerte del Señor y en que no se celebra la Eucaristía. Con la consolidación del culto eucarístico en los siglos XII y XIII, se extendió la costumbre de preparar un “sepulcro” a Cristo. He ahí que en muchos lugares se llame todavía “sepulcro” a aquello que nosotros conocemos como monumento.

La devoción popular hizo de este gesto práctico, es decir, reservar las hostias consagradas el Jueves Santo para la comunión del Viernes Santo, todo un despliegue de arte y creatividad. Nosotros heredamos esta tradición ya desde el principio.


¿Por qué el número de siete? Es una costumbre posterior a la de la preparación de los monumentos. Esta se deriva de la usanza romana de visitar las siete iglesias más importantes de Roma, que fomentara y promoviera san Felipe Neri en el S. XVI, y que todavía hoy se conserva.

Este gesto es una especie de peregrinación y sacrificio, que recuerda, según algunos, cuando Jesús fue llevado de un lado a otro durante el proceso seguido antes de su crucifixión.

Según la devoción popular, la visita a los siete monumentos recuerda los siguientes pasajes bíblicos:

1.      El recorrido por Jesús desde el lugar de la Ultima Cena, hasta el Huerto de los Olivos;
2.      Del huerto a la casa de Anás;
3.      De ahí a la casa de Caifás;
4.      El tránsito al pretorio de Pilato;
5.      De Pilato a la casa del Rey Herodes;
6.      Cuando es llevado por segunda vez ante Pilato.
7.      El recorrido hacia el Calvario con la Cruz a cuestas.

La costumbre de visitar los monumentos es propia del Viernes Santo, aunque muchos la hacen ya desde el Jueves en la noche. Desde tempranas horas de la mañana se ven numerosos grupos que van de iglesia a iglesia para cumplir con esta hermosa devoción.

La visita tiene un desarrollo semejante al Vía Crucis, ya que tiene siete estaciones y en las que se lee la Escritura, y se reza y medita sobre la Pasión del Señor.

La recomendación de la Iglesia es que en este caminar se medite y se viva la pasión de Jesús, la forma en que se llevó a cabo el misterio de nuestra salvación.


San Felipe Neri

Felipe Neri, El Apóstol de Roma, nació en Florencia, Italia, el 22 de julio de 1515 y murió el 26 de mayo de 1595 en Roma, Italia. Fundador de la Congregación del Oratorio.

Felipe se encontró en Roma con una Iglesia en donde el colegio cardenalicio era gobernado por los Médici, de suerte que muchos cardenales se comportaban más bien como príncipes seculares que como eclesiásticos. Parte del clero había caído en la indiferencia, cuando no en la corrupción y muchos sacerdotes no celebraban la Misa sino rara vez, dejaban arruinarse las iglesias y se desentendían del cuidado espiritual de los fieles. Al mismo tiempo, el pueblo romano parecía haberse alejado de la fe cristiana. La tarea de Felipe habría de consistir en reevangelizar la ciudad de Roma, por lo que un día se le llamaría el Apóstol de Roma. Felipe, aún laico, comenzó dirigiéndose a las gentes en mercados y plazas, e inició visitas a hospitales, induciendo a otros a acompañarlo.

Hacia 1544 estableció amistad con San Ignacio de Loyola, a quien quiso seguir como misionero en Asia, aunque finalmente desistió porque deseaba continuar con la labor iniciada en Roma, constituyendo el núcleo de lo que después se convirtió en la Hermandad del Pequeño Oratorio.

En 1559, Felipe comenzó a organizar visitas regulares a las Siete Iglesias, en compañía de sacerdotes y religiosos, así como de laicos.