¡Queridos Exalumnos!
Cuando el Rector Mayor don Ángel Fernández Artime pronunció
mi nombre como nuevo presidente de la Confederación Mundial de los Exalumnos de
Don Bosco, mi corazón se sumió en un fuerte sentimiento de gozo, gratitud,
responsabilidad y amor. Quiero agradece a todos aquellos que han creído en mí,
en primer lugar mi mujer Martinka y nuestro delegado don Ivan Žitňanský. Me he
dado cuenta de que debo ser modesto y humilde, porque sólo de esta manera se
pueden alcanzar objetivos grandes y útiles.
El quinto precepto de la Iglesia nos dice de ayudar a las
instituciones religiosas. Para nosotros significa ser cristianos activos. La
misión de los Exalumnos debe ser la de
usar nuestros conocimientos y capacidades profesionales para ayudar a los
Exalumnos, a toda la Familia Salesiana y la Sociedad en su conjunto. Nuestra
visión es la de convertirnos en la “componente de servicio y gestión de la
Familia Salesiana”, porque tenemos todas las capacidades.
Para responder a estos retos, debemos regular en esta
dirección la orientación de nuestras actividades. Los instrumentos de base son
tres:
- Crear una red de secretariados de las Asociaciones de los
Exalumnos en todos los países del mundo en el que actúan los Exalumnos; -
Fundar las plataformas empresariales de los Exalumnos en todo el mundo para que
estas luego creen una fuerte red internacional; - Reforazar un fuerte programa
espiritual para la formación, para que todas estas redes creadas estén
compuestas por personas que en todos los aspectos de su vida – espiritual,
familar y también laboral – respeten el principio del buen cristiano y el
honrado ciudadano.
Bajo estos principios seremos capaces de realizar los
objetivos que hemos identificado para el próximo período. Esto nos permitirá
expandir los Exalumnos a países nuevos y a atraer hacia nosotros países, que en
los últimos tiempos se han alejado de nosotros. Así podemos concretar el
proyecto formativo – didáctiva “Exallievi Academy” para todos los Exalumnos de
Don Bosco. Así podemos concentrarnos en todos los Jóvenes Exalumnos que son el
futuro y la garantía de la continudad operativa de nuestra Confederación. Así
podemos reforzar la colaboración no sólo nuestra – Exalumnos, sino también de
nuestros familiares que son parte integrante de nuestras vidas y por tanto
también de la Asociación de los Exalumnos. Y también ayudar a los componentes
de otros grupos de la Familia Salesiana, de crear proyectos comunes que
aprovecharán la riqueza y el potencial, que esconde dentro de sí la Familia
Salesiana.
Esto es lo que es verdaderamente fabuloso dentro de los
Exalumnos y la Famila Salesiana. ¡Cuántas cosas buenas podemos hacer!
Permitidme un comentario personal. Gracias a los Exalumnos
tengo la posibilidad de alcanzar uno de mis objetivos de vida personal.
Despertarme como un hombre de sesenta, mirar atrás y poder decir: en mi vida he
hecho algo significativo. El hecho, que soy Exalumno, me da la indicación de
cómo alcanzarlo.
Querría dirigiros las palabras de dos personalidades
preciosas de nuestro tiempo, papa Juan Pablo II y el Rector Mayor don Ángel
Artime: ¡No temáis!¡No os lamentéis!¡Cread comunidad!
Debemos estar orgullosos del hecho de ser Exalumnos. Porque
somos únicos. Ofrecer nuestros conocimientos y competencias profesionales a los
otros es un valor añadido no sólo para nosotros, no sólo para la Familia
Salesiana, sino para la sociedad entera. Intentemos estar orgullosos de esto,
para que podamos servir y ayudar. El mundo de hoy necesita más que nunca
personas que viva su vida según las palabras de Don Bosco. Podemos estar
orgullosos porque tenemos la posibilidad de mirar a los objetivos más altos.
“Buen cristiano y honrado ciudadano” es el atajo que nos muestra Don Bosco en
el camino hacia el cielo.